Ratas

RATAS

Las Ratas son desde la antigüedad unas de las plagas de sangre caliente más peligrosas y dañinas para la humanidad, hace su nido en lugares oscuros y protegidos siendo ideales los entretechos o tubos de ventilación. Se reproducen rápidamente, hasta 50 crías por año, aunque la mayoría mueren antes de alcanzar la edad adulta y muchos de los adultos no viven más de un año.  Pueden transmitir un gran número de virus, son consideradas responsables de la Peste Negra durante la Edad Media y son conocidas por transmitir más de 70 enfermedades, como el Tifus y el Hantavirus. Una infestación de ratas puede provocar efectos negativos para la salud humana. También su  orina es responsable del contagio de Leptoespirósis, la cual puede resultar en daños en el hígado y los riñones.

   Estos roedores pueden transmitir estas afecciones mediante su orina, mordeduras, heces, saliva e inclusive mediante las pulgas que poseen; por este motivo es importante  la aplicación de métodos y técnicas de desratización, los cuales nos  permitan el control  y su total erradicación, en todos aquellos entornos de esparcimiento humano.

   Actualmente, los roedores se controlan a través de alguno de los siguientes métodos: TRAMPAS MECÁNICAS, TRAMPAS DE PEGAMENTO Y CEBOS TÓXICOS. Estos últimos son los de mayor difusión, son todos derivados de la familia de la hidroxicumarina, razón por la cual también se los conoce  como cumarínicos, a diferencia de los de primera generación como es la warfarina lo de uso actual presenta mayor grado de seguridad de uso, especialmente en las formulaciones utilizadas, ya sea como cebos en grano y bloques parafínicos, los cuales presentan en su formulación un amargante denominado “BITREX” con lo cual se incrementa la seguridad de uso, descartándose las formulaciones como polvo rodenticidas, ya que carecen de la cualidad antes mencionada. Pueden ser cebos con sustancias anticoagulantes presentadas como granos de trigo, pellets o cebos parafinados para cloacas y otros lugares con humedad.

   Las acciones o tácticas que deben ser integradas en una eficiente estrategia de control de roedores urbanos las podemos resumir en 5 puntos claves

1) Observación del lugar, con el fin de lograr una caracterización de la problemática tanto cualitativamente como cuantitativamente. Caracterizar tipo de plaga y la magnitud de la infestación.

2) Higienización del lugar y prácticas de saneamiento ambiental son ineludibles para un mayor aprovechamiento de cualquier acción ulterior.

3) Cerramiento de aperturas al exterior. Hay que tener presente que la desratización de una vivienda, molino o fábrica, etc., no se obtendrá  sin un eficaz cordón sanitario alrededor.

4) Colocación de los cebos sólidos, se deben  colocar siempre en estaciones de cebado, cajas tramperas, etc., nunca expuestos al alcance de niños y mascotas.

5) Evaluación de las acciones implementadas para la desratización del lugar. Aquí debe tenerse en cuenta nuevamente que rara vez los roedores pueden verse a la luz del día y por ello la importancia de los signos que nos indiquen su presencia: deposiciones, manchas de orina, huellas en caso de existir polvo, manchas grasosas y pelos, agujeros en pisos y muros, nidos y sus materiales, señales de roeduras en alimentos, papeles y muros, ruidos de carreras y chillidos, cebos consumidos, aparición de roedores muertos.

Muchas trampas y venenos para ratas se encuentran disponibles en el comercio. Sin embargo, debido  a que las ratas suelen evitar objetos no conocidos, es necesario acudir a los servicios de un profesional en el control de plagas cuando se desea exterminar una población ya existente.

La desratización,  también se realiza de forma física, usando objetos mecánicos como tramperas, jaulas automáticas,  y los adhesivos (estaciones preparadas con pegamentos especiales que contienen medios tóxicos para los roedores). Cabe señalar, que  la utilización de uno u otro método dependerán de cada caso en particular a resolver.